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Hace no mucho tiempo, leí en un artículo de una web, una frase que decía "Si no lees, no sabes escribir, y si no sabes escribir, no sabes pensar" La frase según el artículo, pertenece a Juan José Arreola, un escritor y académico mexicano.
Una simple frase, que como tantas otras, consigue que uno le de vueltas a la cabeza y piense en cosas que no tienen nada que ver con el tema. En mi caso, ha hecho que me plantee una pregunta un tanto personal ¿Influye lo que leo en mi forma de ser? O dicho de otra manera ¿Puede la lectura transformar a una persona?.
Supongo que algunos os habréis dado cuenta de que me gusta escribir, si no fuese así este blog estaría muerto desde hace mucho tiempo, porque para mi, el escribir es algo más que una manera expresarme mis ideas. Lo que quizás no sepáis es que leer me gusta mucho más que escribir.
Siempre he sido un ávido lector, de los que casi no pueden esperar el terminar un libro para comenzar con el siguiente, pero además he procurado buscar desde hace años, la variedad en mis lecturas. Leo prácticamente todo lo que cae en mi mano; Ya sea ficción, relato histórico, ensayo, artículo periodístico, o cualquier otro tipo de escrito. Por leer soy de los que se lee hasta la publicidad que mandan los bancos por correo.
Lo que trato de decir es que me gusta leer, aunque lo que esté leyendo no sea siempre de mi agrado. Unas veces lo que leo es tan malo que tengo que dejarlo a medias, otras veces simplemente leo algo que expresa unas ideas totalmente contrarias a las mias, y en contadas ocasiones me encuentro con lecturas que consiguen abrirme de algún modo los ojos. Son esas que logran hacerme ver las cosas desde una perspectiva distinta a la habitual ¡Eso es lo importante de leer! Que la palabra escrita, si está bien escrita, es capaz de alterar nuestra percepción.
Un texto bien escrito puede transportarnos a la Tierra Media, enseñarnos magia en Hogwarts, o internarnos en la oscuridad de Menzoberranzan. Pero también puede hacernos sentir emociones, ensalzar nuestros sentimientos, e incluso enseñarnos cosas nuevas.
Para aprender de un libro no hace falta que sea una lectura académica, porque no sólo de los libros destinados al estudio se puede aprender. Prácticamente cualquier historia escrita puede contener una lección, lo difícil es saber reconocerlas para aplicarlas después.
A mi como maestro de hermandad, me han ayudado muchas de las cosas que he leído, algunas eran consejos dados por otros maestros de hermandad, otras sólo eran sus problemas, y a veces incluso he conseguido encontrar ayuda en páginas con artículos de psicología, matemáticas, dinámica de grupos, entrenamiento deportivo, y mil cosas más que en un principio no deberían de tener nada que ver con un videojuego.
Pero entre todas esas lecturas que han conseguido que yo me plantee de manera distinta la forma de dirigir mi hermandad, hay un tipo en concreto que siempre me ha ayudado más que el resto; Las historias, ya sean una novela, un cuento o incluso un comic. Las novelas tienen esa capacidad para ser inmersivas y hacerte sentir que eres tú quien vive la historia.
Me gustaría que coincidiendo con el concurso de relatos que estamos llevando a cabo en la hermandad, le diéseis también una oportunidad a alguna buena lectura, que además de entretenimiento, pueda ayudaros a ver el liderazgo y la dirección de un grupo, desde una perspectiva diferente.
Por eso, mientras espero que me vayan llegando vuestros relatos, tanto si sois miembros de mi hermandad como si no lo sois, a partir de la semana que viene, os recomendaré durante unos cuantos lunes seguidos, alguna lectura que según mi opinión todo líder de hermandad debería leerse.
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